domingo, 1 de octubre de 2017

UN NUEVO DÍA

No se amanece animado con la certeza de una larga jornada de trabajo por delante y sin haber pegado ojo en toda la noche.
Después de que Nacho se fuera, siguió un buen rato en Twitter para matar el tiempo. Y de paso por aquello de conservar la esperanza de que él apareciera. No lo hizo, pero sí estaba esa chica con la que había hablado un poco últimamente, Estrella. Estrella le abrió un DM a eso de las 3 de la mañana, cuando había vuelto a Twitter una vez se aseguró de que Javi dormía. "¿Estás bien?" le había puesto, tras leer un tuit suyo bastante derrotista. Y no, no estaba bien. Estaba muy mal. Y se lo soltó todo. Pero todo, Sin saltarse ni un punto ni una coma. Y Estrella, lejos de juzgarla, la comprendió, la apoyó, y le dijo que allí la tenía para lo que necesitara. Y pensaréis que qué más da lo que le dijera una desconocida, pero a ella sí le importó. Le hizo sentirse algo mejor. Le hizo pensar que quizá no era tan mala persona, sino que simplemente, era una persona, con sus fallos, como cualquiera. Y con sentimientos, que contrariamente a lo que ella pensaba hasta entonces, a veces no se pueden controlar.


Mira el reloj. Las 07:30. La incertidumbre de no saber cuándo tendrá noticias de Nacho, o incluso de saber si volverá a tenerlas es angustiosa.
Se levanta y lo primero que hace es ir al baño a mirar el móvil. Entra en el Whatsapp y ve que la última hora de conexión de Nacho son las 6 de la mañana. Entra en Twitter para ver si ha escrito algo pero no hay ni rastro de él.

Sin pensar si debe o no debe hacerlo, le escribe un mensaje: "Por favor, no te vayas. Dime que no vas a dejar de escribirme. Dime que no vas a desaparecer" Al instante, él se conecta. "Escribiendo..." Los segundos son eternos. Siente que su vida depende de lo que aparezca en esa pantalla.

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