Twitter es un lugar fantástico que te
permite conocer todo tipo de gente. A algunos llegas a conocerlos y a otros
nunca les conocerás, pero para Eva no resulta muy complicado distinguir a las
personas sinceras del resto, con un poco de tiempo. Siempre ha presumido de ese
don, que por cierto, es el único que cree que tiene. Es despistada, muy poco
observadora, no destaca por ninguna habilidad en especial salvo que se le da
bien la costura, tiene mala memoria, es tímida, no se le dan bien los deportes,
ni las letras, ni los números, pero sus ojos ven más allá de lo que ven los de
la demás gente. Siempre que conoce a alguien, lo deja retenido en "el
grupo de los dudosos" hasta que tras unos cuantos contactos con esa
persona, pasa a ser de los de fiar o del resto. Y ahí se suele quedar.
Como decía, Twitter es un lugar
fantástico en el que puedes conocer a todo tipo de gente. Gente que en otras
circunstancias, nunca conocerías, y no lo digo por la distancia física, sino por
otras distancias que separan mucho más: edad, ocupación, ideologías, formas de
vida, estatus social... En Twitter, de entrada, todo eso no se ve. Permite que
haya un primer acercamiento entre las personas reduciendo al máximo los
prejuicios, y teniendo en cuenta lo presentes que están estos en nuestras
vidas, aunque no nos demos cuenta, su ausencia en el primer contacto es
determinante y amplía mucho el abanico de las personas a las que nos podemos
acercar.
Twitter es un lugar fantástico aunque también está lleno de moscones; pero Eva los suele detectar fácilmente. Y sin
embargo, cuando tras un par de días de cruzarse algunas frases y sonrisas con
Nacho, le aparece un mensaje privado de éste, en el que pone: "Hola Eva, perdona la intromisión. Quizá te parezca
un poco precipitado, no lo sé, pero desde que te vi por primera vez he sentido
que hay algo especial que me une a ti, y me he decidido a escribirte porque no
sé si sientes lo mismo", Eva no sabe qué pensar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario