sábado, 23 de septiembre de 2017

ANTES O DESPUÉS, LLEGÓ.

"¡Eva, cómo te he echado de menos!" "Y yo a ti". "¿Te das cuenta? Somos como una pareja pero sin serlo ¿No lo ves?". Y es verdad. Él tiene razón. Pero no puede ser, y se lo dice. Y el pregunta por qué. Porque no hay nada imposible. Puede ser difícil, pero no imposible. Si no lo intentan nunca lo sabrán. ¿Por qué no puede ser?
Y después de la espera, después de todas las horas, que se han hecho eternas, esperando que volviera, se va todo a perder en un minuto.

"Nacho, no puede ser. Tengo mi vida hecha. Tengo familia, tengo dos niños""¿Dos hijos? Eva, esto lo cambia todo. Yo no quiero romper una familia"
Ya está, lo soltó. Y se quedaron sin palabras. Y se rompieron mil sueños, mil ilusiones.
En ese momento, el mundo giraba ajeno a dos corazones que por un instante, se habían detenido.
Nacho cerró Twitter, luego cerró la puerta de casa, y quince minutos más tarde abrió la del primer bar que se encontró.

Eva se puso a llorar, ocultando la cabeza debajo de la almohada, para que nadie pudiera escuchar sus sollozos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario