"¡Eva, cómo te he echado de menos!" "Y yo a ti".
"¿Te das cuenta? Somos como una pareja pero sin serlo ¿No lo ves?". Y es verdad. Él tiene
razón. Pero no puede ser, y se lo dice. Y el pregunta por qué. Porque no hay
nada imposible. Puede ser difícil, pero no imposible. Si no lo intentan nunca
lo sabrán. ¿Por qué no puede ser?
Y después de la espera, después de todas
las horas, que se han hecho eternas, esperando que volviera, se va todo a
perder en un minuto.
"Nacho, no puede ser. Tengo mi vida hecha. Tengo familia, tengo dos
niños""¿Dos hijos? Eva, esto lo cambia todo. Yo no quiero romper una
familia"
Ya está, lo soltó. Y se quedaron sin
palabras. Y se rompieron mil sueños, mil ilusiones.
En ese momento, el mundo giraba ajeno a
dos corazones que por un instante, se habían detenido.
Nacho cerró Twitter, luego cerró la
puerta de casa, y quince minutos más tarde abrió la del primer bar que se
encontró.
Eva se puso a llorar, ocultando la
cabeza debajo de la almohada, para que nadie pudiera escuchar sus sollozos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario