viernes, 1 de septiembre de 2017

EL QUE ESPERA, DESESPERA.

Rondando la medianoche, Eva se ha conectado como cada día. Han pasado ya diez minutos, pero Nacho no aparece. Bueno, se habrá retrasado por cualquier cosa, estará a punto de llegar. Pero pasa media hora y no llega. La una menos cuarto; nada. Eva empieza a desesperar. ¿Le habrá pasado algo? Es muy raro que no se vaya a conectar y no le haya dicho nada. Aunque en realidad no tiene que darle ninguna explicación. Puede haberle salido cualquier plan y por eso no se conecta. Pero qué desconsiderado ¿No? Vale que no hayan quedado en nada, vale que no le tenga que dar ninguna explicación, pero si hablan todas las noches, tampoco le costaba tanto avisarla. Eva se enfada. Y luego lo piensa, y cree que si no le ha dicho nada es porque no ha podido, y entonces se preocupa. Y luego lo vuelve a pensar y cree que es muy poco probable que le haya pasado algo (y eso espera) pero entonces se enfada otra vez. Como aparezca mañana tan normal no le piensa decir nada, pero vamos, que ya sabe lo que puede esperar de él. Pero ¿Y si le ha pasado algo?
Entre enfado y preocupación, Eva piensa con cierta inquietud en las ganas que tiene de verle. Quizá no sea tan malo que no aparezca, que haya un distanciamiento. Quizá la situación se le esté yendo un poco de las manos. Igual debería hacer un ejercicio: no entrar en unos cuantos días, solo para comprobar que puede hacerlo. Que por supuesto sabe que puede, faltaría más, si le conoce desde hace dos días. Pero así se lo demostraría a sí misma. Vuelve a mirar el reloj. Y nada; que no llega.

Será mejor que se haga a la idea de que no va a venir. Y justo en ese momento, aparece un mensaje. Que sea él, que sea él... ¡Es él!

Ya no está enfadada, ni preocupada. Ahora le contará qué ha pasado, seguro que tiene una buena excusa. Y eso de dejar Twitter unos días... Total, para qué. No está haciendo nada malo y le da un poquito de emoción a su vida. No tiene sentido hacer ese experimento, está todo controlado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario