Ya a primera hora de la mañana, recibe
un mensaje de Nacho. Es la primera vez que le escribe fuera de su horario
normal. "Eva, perdona que te escriba
a esta hora, no sé si estás ocupada, no he podido pegar ojo esta noche, me
gustaría que las cosas estuvieran bien entre nosotros y no sé si estás enfadada
conmigo". "Lo siento,
Nacho, no tenía derecho a decirte lo que te dije. Yo no puedo darte lo que tú
necesitas y tú eres libre de hablar con quien quieras. Sólo que acababas de
decirme que sientes algo por mí y me había sentido especial y me pareció que
quizá estabas jugando conmigo". "No me gustaría que pensaras eso, claro
que eres especial. Tú eres lo más importante para mí, de verdad. Solo era una
conversación tonta, en broma, una forma de pasar el rato. ¿Lo entiendes?".
"No lo sé, Nacho. Nos conocemos hace poco tiempo y pareces sincero, pero
no sé si puedo confiar en ti". "Puedes confiar en mí y te lo
demostraré, ya lo verás". "No importa, nosotros no vamos a estar
juntos". "A mí sí me importa lo que pienses de mí. Y no tengo prisa,
puedo esperar." "No se trata de esperar, Nacho". "Dime que
no sientes nada por mí, dímelo, Eva, y sácame de mi error. Porque yo estoy
seguro de que sientes algo". "Nacho, que te digo que no puede ser, yo
tengo mi vida hecha". "Bueno, Eva, vamos a dejarlo. Yo solo quiero
que sepas que puedes confiar en mí, y haría lo que fuera para que me creyeras,
¿Me crees?" "Te creo". "Pues vamos a dejarlo. Vamos a
seguir como siempre, a mí me basta con hablar contigo cada día".
Y así se engaña Eva. "Por hablar no
pasa nada" Pero vosotros, igual que yo, sabéis que sí pasa. Y así se
engaña Nacho, porque vosotros, igual que yo, sabéis que hablar con ella cada
día es suficiente hoy, pero mañana, Nacho va a necesitar más de Eva, y que
llegará un día en que hablar será mucho menos que suficiente.
Pero es que se necesitan, porque aunque
son muy diferentes, han encajado como dos piezas de un puzle, y se sienten tan
solos en sus respectivas vidas que ahora que se han encontrado no quieren
soltarse. Y si lo único que pueden hacer es hablar, pues hablan.
También es cierto que hay algo que Nacho
desconoce, y es que Eva no solo tiene pareja. Eva está casada y tiene dos
hijos. Eva no se lo ha contado. No se lo contó inicialmente y el paso de los
días hace que cada vez sea más difícil hacerlo. Sabe que se lo tendría que decir pero no se atreve, porque sabe que
ha actuado mal y porque tiene miedo de perderle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario