Sí es por él. Ha pasado un día horrible
dándole mil vueltas a todo, y dándole además por lo que parece un excesivo
significado a las palabras que le dijo. Las ha leído una y otra vez hasta que
antes de borrarlas, se las sabía de memoria.
¿Está celosa realmente? ¿O sólo le duele
haberse creído especial para una persona para la que quizás es una más?
Vuelve a leer la conversación con la tuitera,
y la verdad es que igual ha exagerado un poco. O no. Ese es el problema, que no
sabe si puede confiar en él o no. Bueno, realmente el problema es otro. El
problema es que sí, está celosa. El problema es que le importa. El problema es
que se está enamorando de él. El problema no es que no sepa si puede confiar en
él, sino que no se lo debería ni estar planteando...
Mañana se van al pueblo de unos tíos muy
cercanos de Javi a pasar el fin de semana y no hay nada en el mundo que le
apetezca menos. No tiene la cabeza ella ahora para poner buenas caras y para
charlar de temas que no le importan en absoluto. Ella ahora mismo solo puede
pensar en Nacho. Aunque por otra parte, quizá le venga bien cambiar de aires,
aprovechar para desconectar un poco. En lugar de pasar los dos días encerrados
en casa, pueden llevar las raquetas y aprovechar para jugar con los niños al
tenis, o echar ellos un partido, que hace mil años que no lo hacen. Pueden
bañarse en el río, dar un paseo por la ruta fluvial... Acercarse a casa de
alguna de las vecinas que tienen ganado para enseñárselo a los niños... Incluso
el sábado por la noche podrían ir ella y Javi a algún pub del pueblo de al lado
a tomarse algo. ¿Cuándo fue la última vez que salieron? Ni idea.
No le apetece nada, pero las
obligaciones familiares son las obligaciones familiares, y ya que hay que ir,
va a intentar disfrutarlo.
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